lunes, 10 de junio de 2013

Historias de una amiga muy especial


Pongo mi música, preparo todo otra noche más, y respiro. Respiro para dejar mi mente en blanco, para activar mi memoria que tanto y tanto recuerda, y tanto y tanto olvida. Lo hago para contar una bonita historia, digna de cualquier relato de todo literato romántico, clásico o realista. Lo hago para hablar de algo más que una amiga, lo hago para hablar de una de las personas más especiales para mí. Quizá la distancia quiera separarnos, quizá solo quiera darnos un respiro antes de volver a encontrarnos. Donde quiera que estés, y no muy lejos de mí, sé que vas a leer estas humildes líneas que como tú me has pedido, irán para ti. Por nuestra amistad y por esos años juntos que el viento ni las cenizas podrán enterrar en el olvido. Va por ti Rocío.  

Quién sabe el inicio exacto de cada epopeya, quién sabe el significado del final de las mismas. Lo bonito de cada historia, es no tener que buscar respuestas, simplemente disfrutar del relato. Fue todo tan deprisa, que ahora volvería atrás parando el tiempo en cada instante que me hacía sentir en la gloria, en la eternidad. Fueron tres primeros años sin apenas contacto, tres primeros años en los cuales no nos dirigíamos la palabra, tres años que solo eran el preludio a una maravillosa historia que el destino se disponía a contar. Tampoco encuentro respuesta a ese sentimiento que tantas y tantas veces recorrió mi cuerpo, en otros tres años fantásticos de mi vida, los que me hicieron sentir el amor verdadero. Amor, ese sentimiento que nos produce mariposillas en el estómago, esa sensación que nos eleva por encima de lo terrenal. Esa pasión que convierte lo utópico en real. O al menos, se intenta. Porque recuerdo la primera vez que te dirigí un 'te quiero' frente a ti. Recuerdo la vergüenza que pasé, pero nada podía frenar mi deseo de conquistarte. Qué tendría tu mirada que me encandilaba. Qué tendría ese cabello dorado, más brillante que el Sol, que me maravillaba. Preguntas sin respuesta que no podía solucionar. Juro que nunca, en mis 10 años de vida, había sentido algo igual. Podía decir que estaba enamorado.


No era lo mismo que otras veces, era algo indescriptible. Durante tres largos (y cortos a la vez, paradójico) años, en los cuales no paraba de desear los besos de una misma persona, el amor de una chica de pequeña estatura capaz de matarme con una mirada. Sonrío, recordando quizá la parte más aventurera y valiente de mi pasado. Fue un precioso reto que como en toda etapa de la vida, no sabe valorar hasta que lo dejamos atrás. Quizá no disfruté de ser una persona enamorada en su momento, quizá me precipité varias veces, pero solo busqué el amor de una maravillosa chica. Una chica de la que, ahora mismo, disfruto mucho más. La experiencia es la mejor compañera de viaje en cualquier persona y la verdad me siento orgulloso de todo lo que ocurrió tiempo atrás. Nunca me arrepentiría de todas las cosas que intenté por conquistar tu alma. Y creo que el hecho de no conseguirlo me hizo una mejor persona y más fuerte, mucho más fuerte. 

Fuerte, como nuestra amistad. Esa que conservamos desde que comenzase todo en infantil, con 5 años, y que ha llegado hasta ahora. Pero es esa, nuestra verdadera amistad, la que ha recorrido miles de kilómetros, la que ha vivido historias dignas de las mejores novelas dramáticas, la que se ha fortalecido en estos dos últimos años. Cuando menos nos vemos es cuando más nos añoramos. Y esta nostalgia que siento por volver a estar juntos, como en esos tiempos en el colegio, pero esta vez de una manera diferente. Esta vez disfrutando de una verdadera amiga. Lo curioso, es que tengo la corazonada de que lo mejor está por llegar.  Y llegará. Porque todo lo que deseamos en esta vida, las estrellas del firmamento tratan de guiarnos para cumplir esos sueños que se harán reales. La experiencia me mostró la dificultad de los retos, pero no la imposibilidad de llevarlos a cabo. Y por supuesto, la experiencia me demostró, que las grandes amistades y las mejores amigas nunca se pierden. Va por ti Rocío, por la historia de una amiga muy especial.





No hay comentarios:

Publicar un comentario