jueves, 14 de agosto de 2014

Feliz cumpleaños, mi vida

 
Escribo esta carta visualizando a aquella hermosa doncella que conquistó mi corazón a 60 kilómetros de distancia. Tan cortos en el ayer, tan eternos en el mañana. Dedico estas líneas, que me hubiese gustado que llegaran por correo a la puerta de tu casa, a la mejor chica del mundo, la futura madre de mis hijos, la mujer de mi vida. Te he escrito tantas veces durante estos 11 meses, y de tantas maneras diferentes, que esto puede resultarte aburrido. Tampoco encuentro nada mejor que regalarte que la sinceridad de mi corazón plasmando en palabras mis sentimientos. Es la manera más especial de recordarte que eres la persona más increíble que he conocido nunca.
 
 
 
El tiempo pasa muy rápido, tan efímero, como estos 16 años desde que un 15 de agosto de 1998 vinieras al mundo con esos ojitos de princesa, azules como el mar, inmensos como el horizonte ficticio que lo bordea en la eterna distancia. Eternidad, la de nuestro pequeño infinito. Distancia, la que nuestros corazones desafían día a día. Con baches, errores e incluso decepciones, pero siempre ganando la batalla, o la guerra si hace falta. Jamás pensé que el cielo que hace un año mencionaba sería el que acariciaría con mis propias manos en ese rostro, pálido y blanco, suave y tierno, que tanto me encandila. Porque estar contigo ha sido, es y será la experiencia más intensa de mi vida. Tu aparición ante mis ojos parecía premonitoria, pero tú fuiste capaz de sacarme la mayor sonrisa en mi peor momento. Tú diste sentido a un remanso de tristeza y soledad. Y me hiciste feliz, me hiciste hombre.
 
 
A tu lado he aprendido a reír, a llorar, a sufrir, a disfrutar, a pasar del mayor éxtasis al más profundo de los sinsentidos. Contigo he sido un ser humano en su pura esencia. Y lo más importante: contigo he sabido lo que es estar enamorado. Quizás quede como un idiota repitiendo siempre lo mismo, pero los sentimientos son siempre similares. Solo cambia su intensidad, y es que cada día ensanchas tu hueco en lo más profundo de mis latidos. Convertiste a un enano de 14 años en un chico atrevido, seguro, valiente y ambicioso, que nunca dejará de pelear por su sueño: una vida en Madrid, y a tu lado. Algunos me llaman iluso, otros excesivo soñador, pero confío en nosotros. Confío en ese pequeño infinito en forma de 14 que nunca abandonará nuestros caminos, nuestros destinos.
 
 
 
Y es ese destino, casual o no, el que me ha llevado hasta ti. Puede que esta declaración de amor termine por resultarte empalagosa, pero podría tirarme días enteros demostrándome la infinidad de sensaciones que me produce mi mente al besar tus labios, acurrucarme en tus brazos, susurrarte al oído piropos o mirarte fijamente a los ojos. Solo tú eres capaz de conseguir hacerme sentir todo ello. Y vayas donde vayas, y estés donde estés, nunca voy a olvidar que en mí late el corazón de la mejor chica del mundo, la que hoy se hace mayor y cumple 16 años, ahí es nada. Te cantaría el "cumpleaños feliz" si mi voz fuera tan angelical como la tuya, tiraría de tus orejas si te tuviera cerca, te retaría a una guerra de almohadas para trasnochar. Pero la única manera de dejar huella entre todas tus felicitaciones es recordarte que en mi persona tú eres la figura más especial de todas. Porque te amo con locura, por siempre y para siempre, hasta que mi corazón se pare y el eco de mis latidos perdure en la posteridad, clamando a los cuatro vientos que, aunque te hagas mayorcita, siempre serás mi niña. FELIZ CUMPLEAÑOS, MI VIDA. TE AMO CON TODA MI ALMA =)