domingo, 4 de enero de 2015

Un hermoso lugar

 
Existen muchas palabras para definir la belleza. Algo bonito, esbelto, excelso, maravilloso, primoroso, apuesto, vistoso... Infinidad de metáforas y piropos, incluso de tópicos. Locus amoenus, nuestro paisaje idílico, nuestro paraíso de evasión. Hablemos un poco de belleza, de nuestro jardín de las delicias. ¿Qué es la belleza para nosotros? ¿Qué consideramos bello? Supongo que todos pensamos en algo superficialmente llamativo para nuestros ojos, o simplemente una sensación que altera positivamente nuestros sentimientos. Un estímulo en toda regla, al que reaccionamos con mariposas que revolotean nuesto estómago. Ups, estoy hablando de amor y deliro. No confundamos, aunque la música de las esferas de Pitágoras quiera relacionar los sentimientos en una proporción perfecta. Me atreveré a discutirle, por muy anónimo que sea. De valientes está lleno el mundo, y los cementerios. Aunque eso es otra historia.
 
Lo cierto para alguien como yo es que las palabras fluyen por sí solas, como los ríos de Manrique que mueren a orillas de la mar. Un cauce perfecto de letras combinadas, de sentimientos que se elevan hacia lo más puro del cielo, del éxtasis, del corazón. Soy de lo que piensa que esos momentos breves, instantes efímeros ni siquiera plasmados en los libros de historia que nos vuelven locos de atar, forman parte del pasado. Sí, todo lo que sucedió ayer fue mejor que lo de hoy pero peor que lo de mañana. Esclavos de nuestros pensamientos, presos de nuestros sentimientos. Demasiado paradójico para no ser un delirio de amor desahuciado, de corazón indefenso. Yo, como tantos otros, fui víctima de esa medicina que no cura pero alivia, que no es más que un parche entre tantos pinchazos. Porque sí, el pasado es un hermoso lugar. Pero, ¿es realmente un lugar para vivir?
 
Sospecho que los problemas nunca se solucionan lamentando nuestra suerte, sino aceptando y asimilando que están ahí. Muchas veces, por no decir siempre, sentimos nuestros problemas en vez de padecerlos. Los lloramos en vez de afrontarlos, los lamentamos en vez de aceptarlos y pensar que están ahí, pero que se tienen que marchar. Sé lo que es mirar a los ojos del pasado, lo que es encontrarte en ese lugar en el que siguen marcadas nuestras huellas y donde ya nada es igual. Esos lugares maravillosos donde hicimos los recuerdos del ayer, las memorias del mañana. Entiendo lo duro que es asimilarlo, que te fundes en un mundo retrospectivo donde la vida te abofetea con una dolorosa dosis de realidad. Pero, dejadme que os pregunte algo. Si los recuerdos del ayer fueron un presente donde paralizamos el tiempo, ¿por qué no hacemos del hoy los recuerdos del mañana? ¿Acaso no podemos parar el tiempo de nuevo?
 
Nadie contabiliza el tiempo de manera exacta, es una abstracción, algo relativo que no podemos concebir. Nuestra naturaleza humana nos obliga en cierto modo a contabilizar las cosas. Pero no siempre sale el Sol a la misma hora y en el mismo lugar. Porque no en todos los lugares existe un ocaso tan bello como las estrellas de la noche que reflejan la luz del día en la otra punta de nuestro planeta. Porque incluso el destino es caprichoso y la estrella más vital de nuestro firmamento deja de brillar un día donde las flores decoraban el camino del cielo o donde las arenas del desierto acompasaban el sendero del infierno. Quizás todo sea tan complicado de entender que la búsqueda de respuestas, de certezas, sea el mártir de mi alma. Sin embargo, mis palabras no tendrían sentido si nada fuera de esta manera. Si consiguiera evadirme del dolor por las leyes de la física. Las ideas no están en el aire, fluyen en nuestra mente. Buscamos certezas del pasado, pero vivimos de los sueños del presente y de las ilusiones del futuro. Cada "crisis" es una nueva oportunidad. Porque entre sus sinómimos, "cambio" va antes que "peligro" en el diccionario. Comprendo que el devenir de las circunstancias nos produce confusión y angustia, pero las puertas que un día estuvieron cerradas hoy están abiertas de par en par. Quien sabe, si este presente, si esas puertas, conducen a un hermoso lugar.

1 comentario:

  1. Holaa. Me encanta tu blog y todo lo que escribes, haces magia con las palabras. Yo también intento hacerme un huequito en blogger y me gustaría que pasadas por mi blog y si te gusta me siguieras. Muchas gracias!! :)) http://unapromesadeazucar.blogspot.com.es/?m=1

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